Por Juan Leyes
(CbaNoticias)“Se encuentra en tratamiento la nota 5969 referida al veto a la ordenanza 11708, Abono escolar para estudiantes de todos los niveles”, dice Sandra Trigo, la concejal giacominista que preside las sesiones del concejo mientras el Viceintendente está a cargo del Ejecutivo Municipal, en un instante un grupo de estudiantes que se encuentra en el recinto se ponen de pie a la expectativa.
En el rostro de los estudiantes se dibuja la ilusión por la pronta aprobación de una ley que se constituye en un hecho histórico para la ciudad de Córdoba y también para el país, los estudiantes ya saben que hay consenso para aprobar la norma y que es un triunfo que se construyó con meses de trabajo y de lucha desde que se planteó en la Audiencia Pública por el servicio de transporte en agosto del año pasado.
En esa oportunidad el movimiento estudiantil Secundarios Arriba presentó la propuesta al Concejo Deliberante y la Concejal Marta Juárez se encargó de convertirla en proyecto de ordenanza. Originalmente se planteaba la emisión de los abonos en los CPC, la extensión de los horarios de uso y modificaciones sobre el vencimiento de los viajes que constituye hasta hoy una estafa a los usuarios dado que los viajes no utilizados, independientemente de las circunstancias, es absorbido por las empresas. A la propuesta de los estudiantes se sumó la Universalidad y en esto se incluyó a estudiantes universitarios y terciarios y el techo del 28% de la tarifa al precio del abono, con estos ingredientes y luego de un largo debate en comisiones, en la última sesión ordinaria del año 2009 fue aprobada la ordenanza que creó el abono estudiantil y se incorporó al Marco Regulatorio del transporte público.
Entre navidad y año nuevo el Intendente Daniel Giacomino, hijo de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), les dió una ingrata sorpresa a los estudiantes, casi como una especie de alter ego del niño dios vetó la ordenanza. Casualmente en la sesión que rechazó el veto esta semana, el edil Mario Rey se encargó de ratificar la contradicción de Giacomino, su ex compañero de militancia universitaria, y señaló en su discurso la lamentable posición del intendente siendo éste partícipe en sus años de estudiante, de las luchas por el boleto estudiantil.
Las razones del veto exasperaron a los estudiantes y a partir de allí se fueron incorporando a la lucha distintas agrupaciones universitarias y terciarias que realizaron varias marchas y hasta un acampe frente al Palacio Municipal 6 de Julio. Fue así que este año, a los estudiantes secundarios se sumaron activamente el Movimiento Universitario Sur, el Colectivo Raíces en Movimiento, asambleas de estudiantes y centros de estudiantes de institutos terciarios como el del Instituto Provincial de Educación Física (Ipef); hasta que finalmente la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) con Franja Morada y La Bisagra dio apoyo a la lucha aportando datos contrarios a los que el Ejecutivo Municipal se encargó de tergiversar en los argumentos de rechazo al abono, diciendo que los estudiantes tenían con que pagarse el boleto porque eran “hijos de sojeros”.
Según los datos que surgen de la estadística universitaria alrededor de 30 mil estudiantes, es decir, el 23 %, estarían en condiciones de utilizar el boleto ya que el resto se moviliza a pie por cercanía, por vivir en barrios como Nueva Córdoba o Barrio Jardín o tiene movilidad propia. De los 128 mil estudiantes que tiene la UNC el 40% son de la ciudad de Córdoba y viven en barrios alejados de la casa de estudios, de ese porcentaje la gran mayoría trabaja, tiene hijos y sostiene sus estudios, de allí también se desprende el dato de que quienes más utilizarían el abono son los que dentro de ese porcentaje no tienen movilidad propia.
Los argumentos en la sesión ordinaria del jueves enriquecieron el debate sobre el sistema del transporte público de nuestra ciudad, hubo críticas al gobierno municipal en cuanto al despilfarro de 12 millones de pesos anuales en sostener un deficitario sistema de transporte diferencial o el derroche de dinero que significa mantener privatizado el sistema de cobro que lleva adelante la concesionaria Siemens Itron, precisamente de esas cifras varios concejales argumentan debe sacarse el dinero para incorporar a 38 mil estudiantes universitarios y terciarios que utilizarían el nuevo sistema. Minuciosamente el concejal Elvio Sahaspe del Partido Justicialista o la concejal Graciela Treber del Frente Progresista se encargaron de presentar cálculos durante los debates en los últimos meses, y de esas averiguaciones surgió la denuncia en septiembre del año pasado de que la concesionaria Coniferal estaba cobrando ilegalmente un bono de tres pesos a cada estudiante que iba a tramitar el abono, argumentando que era para el alquiler del local comercial.
“Los que estén por la afirmativa, sírvanse expresarlo”. De esta manera la presidenta de la sesión abría la votación en particular del rechazo al veto y la tribuna de estudiantes estallaba, previamente hubo votación nominal, pedida por la concejal Susana Frosi, del Frente Cívico y 23 concejales habían votado a favor de la ordenanza con cinco votos en contra de los giacoministas, Gustavo Barrionuevo, Graciela Nicolás, Juan Manuel Rodríguez , Virginia Pagnanini y Sandra Trigo. Los estudiantes desplegaron una bandera que decía “Estudiantes 2 vs. Giacomino 0” en referencia a las dos votaciones en las que se ratificó la ordenanza.
La ordenanza vuelve al Departamento Ejecutivo para ser promulgada en las próximas semanas y el Intendente Giacomino por estos días ratifico el rechazo al Abono Estudiantil mostrando claramente su posicionamiento junto a las empresas, incluso argumentando que se pondría del lado de las mismas ante una presentación judicial. De esta manera da por descontado que vaya a implementar la ordenanza y revisar su política de transporte para acomodar los números a esta nueva situación.
Por estos días se encargó de defenestrar a los concejales que la votaron pero más allá del triunfo de los votos en la última sesión, este fue claramente un triunfo de los estudiantes.
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