5 años, imagenes que valen mas que mil palabras

26 junio 2011

9 años ya...

Por Seba Virginio

Ese 26 de junio de 2002 estaba trabajando en mi laboratorio fotográfico. Era una pieza chiquita donde por compañía tenia una radio Hitachi muy vieja. Escuchaba un programa de la "corpo" que conducía Adolfo Castelo, Barragan, Halperin... Mira lo que te digo, se llamaba y era un gran programa...

Cuando se empezó a escuchar que en Avellaneda se estaba reprimiendo, recuerdo la impotencia, la bronca... También me acuerdo de cómo desde los medios se trataba de instalar que los piqueteros se estaban matando entre ellos.

Uno de los voceros de esa versión era Aníbal Fernández, funcionario duhaldista de primera línea. Cambiaba de radio y de canal buscando información (no tenia internet) y la historia "oficial" se repetía sin fisuras en todos lados...

Sólo una voz dijo "esto no tiene sentido, la cana esta cazando gente" y fue la de Castello. Lo dijo desde la corporación mediática más repugnante de la Argentina. Lo dijo porque tenía algo que hoy escasea en los medios públicos y privados... dignidad.

En la biografía de las personas se inscriben días que nos marcan, nos definen. Hay gestos, situaciones que nos paran en el umbral de una decisión importante... La masacre de Avellaneda fue uno de esos días para mi...

Ese día termine de madurar la necesidad de organizarme y participar para cambiar este país.

Y en eso andamos…

Hace un par de días me hablaban de cómo el kirchnerismo genera participación juvenil. El cumpa que me lo decía lo hacía con total honestidad. Lo dije ahí y me lo repito hoy. Eso es mentira. Es el intento de un sector político de instalar que la historia empieza con ellos.

En el barro espeso del menemismo eran jóvenes los que alzaban la voz y bancaban en la calle.

En 2001 eran jóvenes los que hirieron de muerte al neoliberalismo salvaje.

En 2002 eran jóvenes los que sostenían con el cuerpo que Duhalde no era una respuesta al “que se vayan todos”.

Y ellos no estaban...

Y los jovenes lo hicieron y lo hacen sin mediar cargos ni rentas estatales.

Sin callar.

Sin perder eso que tuvo ahí Castello en el corazón del monopolio, la dignidad.

Sin conformarse, sin comodidad.

Sin posibilismo.

Sin miedo a poner el cuerpo en las ideas.

Hoy hace 9 años de la masacre de Avellaneda.


Hoy me reafirmo en el camino que esos cumpas caminaron y que tantos cumpas hoy caminan a pesar de los que se quieren apropiar de la historia. Hoy mientras escribo estas palabras vuelvo a sentir el dolor, la bronca y la impotencia de ese día.

Cada día.. Maxi y Darío presentes!

Marcando el camino de una juventud rebelde y transformadora.

Los abrazo cumpas.


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